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					Hacia fines del 
					siglo XVIII y principios del siglo XIX , se produjeron en 
					Europa los grandes adelantos técnicos que iniciaron la 
					llamada “revolución industrial”. Durante esas primeras 
					etapas del industrialismo, los obreros y empleados 
					soportaban condiciones de vida y de trabajo realmente 
					inhumanas, los pequeños y medianos productores 
					independientes (agricultores, artesanos, etc. ) se 
					desenvolvían en medio de grandes dificultades y de abusos de 
					intermediarios, mientras que todos ellos se veían 
					frecuentemente obligados a abonar precios desproporcionados 
					y a sufrir maniobras inescrupulosas en su carácter general 
					de consumidores.
					 
   
					 
					Ante estos problemas e injusticias del nuevo medio 
					económico-social, se manifestaron las ideas y las 
					experiencias de los   | 
					
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					precursores del 
					cooperativismo y, en particular, de Owen , Fourier, King, 
					Buchez y Blanc. 
					    
					 
					Eran épocas donde la revolución industrial pegaba muy 
					fuerte, malos salarios, condiciones infrahumanas de trabajo, 
					conflictos con los proletarios. En medio de este caldo de 
					cultivos, las ideas de los precursores cooperativistas iban 
					a presar en Rochdale, Inglaterra (situada en las 
					inmediaciones del centro industrial de Mánchester, Gran 
					Bretaña)  
					   
					 
					Allá por el 1844, un grupo de personas deciden conformar la 
					primer cooperativa del mundo, se conoció como la Cooperativa 
					de Rochdale o los Tejedores de Rochdale. 
					   
					 
					Las normas fundamentales que rigen la organización y 
					funcionamiento de las cooperativas son conocidas 
					universalmente con el nombre de “principios de Rochdale”, 
					por haberse constituido en dicha población.  
					    
					 
					Aquello que se gestó como una utopía en el siglo diecinueve, 
					después de extenderse a todo el mundo, hoy es un hecho que 
					forma parte de todos los mercados mundiales. Su presencia en 
					la economía, como sistema solidario de producción y consumo, 
					es insoslayable.  |